Esta visualización muestra un conjunto residencial situado en la Playa de Oliva, donde la arquitectura apuesta por la sencillez volumétrica, la funcionalidad y la conexión con el entorno. El edificio se resuelve mediante líneas puras y proporciones contenidas, reforzadas por una composición de huecos y terrazas que responden tanto al soleamiento como a la vida exterior.
La paleta de materiales —revoco claro, celosías, cerámica texturada y carpinterías oscuras— remite a una estética mediterránea contemporánea, ligera y sobria, que busca durabilidad y confort. Las amplias terrazas y espacios intermedios permiten disfrutar del clima sin renunciar a la privacidad.
Desde la visualización arquitectónica, se ha trabajado en una representación limpia y luminosa, con una atmósfera cálida que transmite habitabilidad, equilibrio y claridad formal. Una herramienta que permite anticipar cómo se vivirá este lugar, incluso antes de que exista.